El Carnaval de Humilladero se ha superado pese a que parecía difícil y se consolida como uno de los mejores de la provincia. Grandes castillos, un caballo de Troya, vehículos de todo tipo, un tetris gigante, un gran carruaje antiguo, bailarinas sobre su joyero, payasos, lacasitos y personajes de actualidad... decenas de personas disfrazadas y con una gran puesta en escena llenaron las calles de fiesta. El pasacalles se convirtió en un viaje en el tiempo con los grupos disfrazados en un largo cortejo lleno de diversión.
No fue para menos, el concurso de disfraces tuvo unos 150 inscritos entre disfraces individuales, parejas y grupos, pero sobre todo destacaron los grupos.
Había categorías de juvenil y adultos con premios en metálico de 250, 150 y 80 euros para grupos; 80 y 40 euros para individuales; 100, 50 y 30 para parejas y 30 y 20 para animales. También hay un premio especial denominado “Aguja de oro” para el mejor creador.
Tras el pasacalles la fiesta continuó por todo el pueblo y la noche de sábado de Carnaval terminó a altas horas de la madrugada en la carpa instalada en le Plaza de los Derechos Humanos a la espera de que se entregaran los premios. La animación de dj cactus llenó el entorno de música en un peculiar baile de máscaras.
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